Es conocida la historia de las dos ranas que cayeron dentro de dos lecheras queriendo disfrutar de esta bebida y que al no poder salir, una, frente a su inmediata muerte se dejó ahogar… y la otra con grandes esfuerzos con sus patas para poder salir, convirtió la leche en nata y al ir solidificandose pudo alcanzar su salida.
Este otro cuento – que vibra mucho con nuestros tiempos actuales – es acerca de un grupo de ranas que andaban croando por el bosque… hasta que dos de ellas cayeron en un pegadizo y profundo hoyo de barro….
Intentando salir de él con grandes esfuerzos…eran vanos.

Y mientras las otras ranas, viendo la dificultad vana de la acción, les fueron contando con aspavientos, lo que sin duda acabaría siendo un atroz final… ” que mala suerte”, “a más que te esfuerces más te ahogarás” “esto es inútil amigos”, “esto es el fin”….
Una de esas ranas… se fuera desmotivando hasta el punto de dejarse caer… hasta desaparecer.
La otra en cambio, lucho lucho, por un lado, por otro, con esfuerzo y ánimo… hasta que pudo ¡Salir del hoyo!
Las demás compañeras del grupo, se quedaron atónitas de semejante proeza. Y la victoriosa rana, aún con el respirar acelerado les dijo: “muchas gracias por vuestra incesante ayuda en animarme, amigas; a pesar de que soy sorda”.
PD: La rana para los antiguos egipcios era símbolo de fertiliad y de conexión con las entidades de la Naturaleza.